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BODAS Y FASE 2 DE LA DESESCALADA: PROS Y CONTRAS

Sin prisa pero sin pausa, así van las fases en la mayoría de comunidades. Después de tiempo de incertidumbre, el sábado el BOE nos dejó en su actualización algo de información precisa sobre las bodas. Hoy lunes entran en Fase 2 algunas zonas de Canarias y Baleares, otras comunidades entrarán a la semana que viene y otras, incluso, tendrán que esperar más.

En cuanto a lo nuestro, las bodas, a partir de esta segunda fase encontramos varias cuestiones que consideramos que hay que analizar con pros y con contras. ¡Allá vamos!

PROS

-Se podrán celebrar bodas de hasta 50 personas en interior y ojo, ¡100! asistentes en exterior. Esto es un gran salto para el sector nupcial, ya que no contábamos con que se permitiese «tan pronto» un número alto de asistentes. Esto significa que en muchas bodas no tendremos que recortar una barbaridad la lista de invitados y nos darán un poco más de libertad.

Debemos tener en cuenta que, si contamos con 100 invitados en exterior, la meteorología juega un papel importantísimo. Recomendamos tener un plan B para poder instalar tippis, carpas o algún sistema por si el tiempo se tuerce. En Galicia, para nosotros, esto es algo bastante habitual. No cuesta tanto y nos supondrá un gran alivio llegado el caso. De lo contrario, sería absurdo tener que decirle a última hora a la mitad de nuestros invitados (de 100 a 50) que se quedan sin boda porque hay que pasarla a interior.

-Aforo máximo de instalaciones públicas o privadas de un 50%

-Aforo de locales (catering, restaurantes) de hasta un 40%, y sus terrazas al 50%.

-Aforo de iglesias de hasta un 50%.

Poco a poco, las restricciones son cada vez menores. Esto nos deja entrever que durante los próximos meses se irán facilitando todavía más las condiciones para que, poco a poco, las bodas sean lo más «normales» posibles.

Fotografía: We The Wild Productions

CONTRAS

-Las bodas (tanto la ceremonia como la celebración) deberán ejecutarse siguiendo las diferentes normas con la situación actual: distancias de seguridad. Esto significa algo que nos cuesta asociar a una boda, y es no poder darse besos, abrazos y todas esas muestras de amor que tanto disfrutamos.

-En celebraciones en establecimientos, los camareros deberán ir con pantalla y no se podrá manipular alimentos ni bebidas con autoservicio. Es decir, no existirán los canapés clásicos en los que vamos cogiendo lo que queremos, por lo que el momento coctel no parece que pueda tener mucho éxito. Toda la celebración deberá ser en mesas, sentad@s, cumpliendo entre ellas los 2 metros de distancia (y en la propia mesa, la mínima distancia interpersonal). En zonas comunes como servicios, se tomarán medidas para evitar aglomeraciones (pasillos, circuitos, aforos…). Si somos positiv@s dentro de lo malo, esto es más o menos salvable. Los 2 metros de distancia entre mesas se han echado de menos en muchas ocasiones en las que acabas saliendo casi por debajo de la mesa para poder ir al baño a hacer un pis. En algunas otras ocasiones también nos hemos visto un poco achuchad@s en las mesas, chocando casi con el codo de la persona de al lado. ¡Tener espacio no está tan mal! Las colas en los baños no serán tan apretujadas como de costumbre y en el propio baño también es posible que tengamos un poco más de intimidad, ya que no va a estar a rebosar.

Los bares de ocio nocturno y discotecas permanecerán cerrados. No podremos vivir esos momentos de euforia saltando junt@s delante del dj ese temazo que tanto nos gusta. Aquí no podemos decir mucho más. Es el mayor problema que encontramos a todo esto. Lo que decíamos: los besos, los abrazos o simplemente agarrarse de la mano bailando.

-Seguimos sin poder salir de nuestra provincia. Esto resulta una gran complicación para muchas parejas teniendo en cuenta que muchos amig@s y familiares pueden vivir fuera y no podrían asistir a la boda.

Fotografía: Adventure Instead

❓Tenemos dudas con las fincas privadas. No sabemos si es posible celebrar nuestra boda en esta clase de lugares al no tener, digamos, unas instalaciones homologadas y que puedan cumplir la normativa vigente.

Al final, lo que hemos aprendido durante estas semanas de desescalada es que importa mucho la responsabilidad e implicación de cada persona. Habrá bodas de todo tipo. Las habrá que sigan las normas más a rajatabla o las habrá que menos. Estamos en un punto en el que la situación evoluciona favorablemente y parece que está bastante controlada, pero no debemos olvidar que el peligro sigue ahí. Hay que analizar, como ya explicamos en el post en el que os hablábamos de la Fase 1, las circunstancias que rodean a cada pareja: economía, necesidad, urgencia por casarse, lista de invitados (si vienen de otro país, de otras comunidades), y gustos en cuanto a la organización de la boda.

Hemos estado hablando con algunas parejas para las que hemos hecho sus invitaciones, decoración… y el mejor consejo que os podemos dar es: si queréis hacerlo este año asumiendo los riesgos, no lo dudéis. Si no lo tenéis claro y vuestra boda es hacia la segunda mitad del año, tenéis dos opciones: esperar a ver qué pasa o aplazar al año que viene. En cualquier caso os recordamos que vuestra boda es vuestro día y el de todas las personas que os quieren. Tiene que ser algo cómodo, bonito, y memorable en el mejor de los sentidos.

¡Vamos a por la semana! Un abrazo.