Esta es la pregunta del millón. Hoy por hoy, sabemos que muy pronto se podrá volver al mundo de las bodas (a continuación os contamos las novedades del Gobierno) pero, como en casi todo a partir de ahora, no se desarrollarán de la forma a la que estábamos acostumbrados. Los acontecimientos son cambiantes, por ello tanto el sector nupcial como las propias parejas debemos hacer un enorme esfuerzo por ser flexibles y tener la capacidad de adaptarnos rápidamente sin perder el ánimo, porque si queremos boda, ¡boda habrá!
¿Cuáles son las fases?
El 22 de junio, en el mejor de los casos, se dará por concluida la desescalada, pero la puesta en marcha de cada una de las fases dependerá de la estabilidad de su correspondiente comunidad autónoma.
· FASE 0. Fase actual que se hará plenamente efectiva a partir de este sábado 2 de mayo. No se especifica nada sobre bodas.
· FASE 1. El aforo en lugares de culto será de 1/3 y se podrán a empezar a juntar pequeños grupos de personas (excluyen a mayores y pacientes con patologías previas). Nada sobre bodas, pero esas son las pistas.
· FASE 2. Se podrán empezar a celebrar bodas con un número reducido de asistentes (todavía por definir).
· FASE 3. Bodas con un número más amplio de asistentes. En el caso de los eventos culturales, especifican un máximo de 50 personas en espacios cerrados y hasta 400 al aire libre en butacas, pero no actúan con la misma precisión en el sector nupcial al no hablar de cifras concretas. Eso sí, dejan entrever que, haga lo que se haga, deberá ser respetando las distancias de seguridad. Otro contrapunto importante son los desplazamientos, porque el Gobierno no duda al decir que la movilidad entre provincias se permitirá a partir de la fase 3. Es decir, si tienes pensado casarte durante la fase 2 y hacerlo con 4 familiares presentes pero uno de ellos viene desde otra provincia, lo más posible es que no pueda acudir.
¿Cómo serán entonces las bodas tras la desescalada?
Entendemos pues, que a partir de la fase 3, o para hablar más claro, a finales de junio-principios de julio (si todo va bien), podemos empezar a pensar en celebrar bodas más grandes con restricciones.
Las bodas españolas tienen una media de más de 100 invitados que desean bailar juntos, besarse y abrazarse, y este será realmente el mayor handicap a la hora de retomar las planificaciones. Tenemos que empezar a pensar que el número de asistentes tendrá que ser limitado en las bodas que se celebren durante estos próximos meses, mientras se va conociendo, investigando y buscando soluciones de convivencia con el virus. También debemos tener en cuenta qué pasará con el uso de la mascarilla. Todos estos puntos están pendientes de aclaración y entendemos que se irán dando más detalles a lo largo de las próximas semanas.
Si tenéis la boda planeada o aplazada para los próximos meses tendréis que valorar si encaja con vuestras necesidades, vuestras circunstancias y prepararos para actuar. De lo que no nos cabe duda es que somos seres sociales (y en España especialmente), así que la aclaración de los protocolos respecto al contacto humano será la pieza clave en la decisión de si seguir adelante o no con muchas bodas esta temporada.
Por ahora la ceremonia y la fiesta ¡más adelante!
Si queréis casaros próximamente, podéis hacerlo. Es algo por lo que llevabais esperando tiempo y que ya teníais reservado, ya sea una ceremonia civil o religiosa. Es una opción disfrutar el día de la boda «oficial» en petit comité, y dejar la gran celebración multitudinaria para finales de este año o el año que viene (así tendríais tiempo para valorar cómo evoluciona la situación).
Nuestra propuesta no es ninguna novedad. En nuestro propio círculo de amistades hemos visto casos en los que la pareja prefería celebrar la boda en dos fechas: un día con sus familiares más cercanos y otro con sus amigos o, como en Galicia diríamos, «a festa rachada«.
Podemos decir que -aunque no es el tipo de boda standard- su resultado es buenísimo, ya que todas las partes se sienten cómodas y el ritmo de la boda puede ir pensado para cada público. Lo normal es que con la familia sea algo más íntimo y tranquilo y con las amistades, algo más largo e intenso. Vamos, hasta que el cuerpo aguante.
Pero de aquí al 2021…
Es cierto. No sabemos cómo estará el tema para entonces, pero el mundo debe seguir y necesitamos metas a medio plazo e ilusiones. Esperamos que para la próxima temporada podamos montar las pedazo de fiestas que tanto nos definen como sociedad y podamos llorar y reír después de todo lo que habremos pasado. Desde Una casa en el árbol no creemos que vaya a ser peor. Creemos que nos va a costar un poco recuperar la confianza y salir de casa, pero enseguida la gente querrá celebrar y estar con los suyos más que nunca.
Aplazamientos
Si estáis pensando aplazar vuestra boda al 2021, en el anterior post os contábamos qué pasos seguir para hacerlo. Ahora, pensad que se están acumulando muchas fechas que estaban previstas para este año junto con las propias del 2021. Provedores y wedding planners están ofreciendo otro tipo de opciones como celebrar las bodas no solo en sábado, sino también en domingos, viernes y festivos. Esto es algo común en otros países vecinos y no pasa nada. Si esta es la solución, rápido la aceptaremos 🙂
Lunas de miel
Según las previsiones durante la desescalada, los establecimientos turísticos irán retomando poco a poco su servicio. En la fase 1, podrán abrir con limitaciones y sin acceso a zonas comunes, pero según lo previsto en la fase 3, se abrirán éstas últimas. Sabemos que la mayoría de lunas de miel tienen destinos extranjeros, y aunque en la fase 3 nos podremos mover de provincia, no hay fecha prevista para la apertura de fronteras. El Gobierno debe llegar a un acuerdo con sus socios europeos para valorar cómo evolucionan las correspondientes desescaladas y cuándo será oportuno el comienzo de flujo turístico internacional. En cuanto a viajes fuera de Europa, es pronto para decir nada y la apertura de fronteras es decisión de cada país.
En momentos de flojera o bajón, no olvidéis que casarse no será imposible. ¡Os casareis! Cada pareja deberá valorar qué quiere o puede hacer con su boda y depende de cada circunstancia personal. Pero lo que sí está claro es que en la variedad está el gusto, y a partir de ahora encontraremos bodas de todo tipo que nos sorprenderán y nos ilusionarán igual que cualquier otra. Mayo, ¡vamos a por ti!