Este año las cosas han cambiado drásticamente y casi todas las bodas del primer semestre se han tenido que mover de fecha, por lo que hay probabilidades de que tu boda o la de alguien cercano se celebre en temporada otoño-invierno.
Si la boda solo podrá ser un martes de noviembre, que cuadra festivo local, ¡no te preocupes! Una boda nunca será mejor o peor por el día en el que se celebre. Lo importante, por muy poco creíble que suene, son las ganas con las que vayamos a ella. A continuación os dejamos nuestros tips a tener en cuenta a la hora de vestirnos en esta situación:
Si ya tenías vestido y su diseño no es demasiado comprometido, seguramente se pueda adaptar (¡habla con tu taller!). Añadir mangas, una sobrecamisa (que tan de moda está) o alguna capa más de tejido son los recursos más utilizados si se quiere retocar el propio vestido.
Pero además también puedes contar con soluciones independientes para el exterior como una estola (¡sintética por favor!), capa, chaqueta, kimono o incluso una blazer (obviamente analizando la compatibilidad de estilos). Estos elementos dan muchísimo juego a la hora de ser combinados con la pieza principal y con los complementos, dan fuerza y estabilidad a la imagen general.
No olvides que las novias de invierno siempre tendrán un algo especial, que con un poco de imaginación puedes explotar para que ese día brilles como nunca. Un modelo que muchas novias valientes aprovechan es usar un dos piezas con pantalón largo. Tenemos que reconocer que hay que ser atrevida para ello, pero a elegancia y originalidad, será poco probable superarte. Además, estarás cómoda y abrigada.
Vía Natalia Ibarra Fotografía
Novio tweed, novio in
Los chicos, convencionalmente hablando, tienen un look bastante sencillo: lo básico es la camisa, la chaqueta, el pantalón y la corbata. Pero eso no quiere decir que lo tengan más fácil si la boda pasa a ser de julio a enero. En pleno invierno lo recomendable es escoger un traje más grueso si la zona va a ser muy fría. Nuestros tejidos favoritos son la lana, la pana y el tweed. Dan un aspecto gustosito y algo british que hará que el novio se mimetice con la estación.
Un prota muy prota de esta temporada es el chaleco. Es como el comodín que lo cambia todo, ya que la chaqueta y el pantalón pueden ir en un color, pero el chaleco no tiene por qué. Se puede aprovechar como recurso para enriquecer todavía más la gama de colores, como ponemos de ejemplo en la foto.
Habrá muchos novios también con el problema de haber cambiado su boda a una estación fría con el el traje ya comprado. Si el traje encaja en el estilo se podría reutilizar. A no ser que sea en colores veraniegos (lo cual sería menos habitual), seguramente se pueda hacer un apaño y pasar totalmente desapercibido.
Nuestro consejo: añadiendo un abrigo para el exterior y cambiando algunos colores de los complementos (corbata, pañuelo, calcetines) el estilo global será muy distinto. En cualquier caso, como en el caso de las novias, recomendamos contactar con el taller que haya elaborado el traje. ¡Ell@s sabrán cómo solucionarlo!
Foto vía The copper quail
Estoy invitada y no tengo nada para el frío, ¡SOS!
Pues no pasa nada, simplemente hay que aprovisionarse un poco más. Puedes tomar como referencia las ideas que acabamos de dar para novia, pero además tú lo tienes más fácil. Recicla un vestido o conjunto de verano con mangas o aspecto más abrigado, añadiendo alguna prenda más. Si no tienes nada parecido, hay vestidos que pueden encajar a la perfección en casi cualquier tienda de ropa para todos los gustos y carteras.
No recomendamos utilizar formas, colores y telas exclusivos del verano, como por ejemplo un vestido de asas y tejido vaporoso coral que favorece con un buen moreno y se agradece en un día caluroso, porque seguramente desencajará en una boda de enero. Es más frecuente recurrir a tonos más oscuros o discretos y telas más acordes a la época. ¡Por no decir que no es agradable pasar frío!
Otra ventaja de las bodas de invierno es el juego con otros tejidos. El terciopelo, la lana, el tweed o incluso la pana son demasiado agobiantes para los meses cálidos, pero para el fresco se pueden volver tu mayor aliado, abriendo un abanico de posibilidades y aportando estilazo al outfit.
Recuerda, si tu vestido o conjunto es aprovechado del verano y se puede integrar en una boda invernal, solo es cuestión de encontrar una buena manera de complementarlo para que vayas de diez.
También podemos hablar de los complementos. Para la cabeza: tocados, pamelas para bodas de día, turbantes y diademas gruesas. Últimamente los guantes vuelven como tendencia, aportando un extra sofisticado. Los pendientes también pueden suponer el acento que culmine el look, y no hablemos de las oportunidades que nos brinda un bolso bien combinado.
Una cosa que puede no pegar de primeras es el uso de sandalias. Aunque parezca un poco irónico este tipo de calzado es el que mejor encaja en bodas de invierno. Así que tranquila, porque prácticamente puedes llevar cualquier sandalia o zapato de verano, pero si te quieres diferenciar lo tienes fácil escogiendo otros materiales que ni locas llevaríamos un día a 28º, como el terciopelo.
Como contrapunto podemos afirmar que, cada día más, la diversidad se va adueñando del mundo nupcial y ya no se rige tanto por la etiqueta o el protocolo. ¡Lleva lo que te gusta si crees que está bien y encaja con la boda!
Vía Invitada perfecta
¿Qué os han parecido nuestros consejos? Este jueves publicaremos la segunda parte del post, dedicada a la organización y las diferentes decoraciones para bodas en otoño e invierno.
¡Un abrazo!