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APRENDE A SELLAR TUS INVITACIONES CON LACRE EN 5 SENCILLOS PASOS

Cuando hablamos de papelería de boda somos conscientes de que es un mundo lleno de posibilidades, pero llevamos ya unos mesecitos en los que los sellos de lacre para bodas son todo un must y teníamos que hablaros de ellos. Además, nos permiten dar rienda suelta a nuestra imaginación, ya que los podemos decorar y combinar de mil maneras diferentes.

En este tutorial os vamos a enseñar cómo sellar con nuestro kit sello de lacre sin comederos de cabeza ni incidencias extrañas:

1. Coge de la botella las pepitas de lacre y colócalas en la cucharilla

¿Cuántas pepitas echar? Buena pregunta. Nosotros os recomendamos entre dos y tres, pero eso dependerá de cómo os guste que quede el sello. Cuantas más pepitas lleve, más gordito saldrá y más rebosará.

Observaciones: si vais a sellar sobre más elementos con volumen, como por ejemplo cordel, lazo, hoja, flor… ahí sí que os recomendamos ser generosos y echar 3 o 4 pepitas; para que el sello cumpla bien su función de sujetar y fijar el conjunto.

2. Pon la cucharilla encima de un foco de calor como una vela para que se derrita

Cuando las pepitas se disuelvan y quede todo como una masa, estará listo. No te asustes si echan un poco de humillo al derretirse, es normal.

Observaciones: el latón, con la llama, se oscurece y forma hollín que manchará justo todo lo que no se pueda manchar. Os recomendamos poner un platito, una caja… un lugar destinado única y exclusivamente para posar la cucharilla mientras no la usemos y que luego podamos lavar.

3. Vuelca el lacre derretido sobre la superficie en la que quieras estampar el sello

Recomendamos hacerlo poquito a poco (¡No hay prisa!).

4. Posa el sello suavemente sobre el lacre

Hacer esto da MUCHO gustirrilín. El sello de latón pesa bastante, así que en cuanto lo pongas encima él mismo empezará a hundirse y el lacre empezará a rebosar.

Espera hasta que se enfríe. ¿Cómo sabemos que está listo? Sujetando el sobre (o lo que sea) con una mano y con la otra levantando el sello. Si está listo, se despegará perfectamente. De lo contrario, toca esperar un poco más.

5. Levanta el sello y ¡contempla el resultado!

Y lo más cómodo: el sello de latón siempre sale limpio, lo que agiliza el trabajo.

Observaciones: puede que si repites el proceso rápido y durante mucho tiempo el sello de latón coja temperatura. En ocasiones se pone un cuenquito de agua fría o hielos donde depositar el sello mientras no se usa para que pierda un poco de temperatura. También te puede servir una plaquita de mármol o algo que conserve el frío para apoyarlo. Aún así raro sería que tuvieras que hacer esto.

En defintiva, si tienes que hacer varios, sólo tienes que repetir estos cinco pasos las veces que hagan falta. Nosotros consideramos que está bien hacer unas cuantas pruebas primero (si vais con los sobres o material justo, no es plan vivir tan al límite) para pillarle el truco y luego hacer todo del tirón y cómodamente. Es muy divertido y al final es como un juego más. ¡Ahora solo queda que vosotros también lo disfrutéis!